- mcp

- 6 nov 2021
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Mi vida estaba sometida en la tristeza, soledad y depresión, mi alma estaba muy enferma y pensé que no había solución, que nunca iba a salir de ese lugar, pero conocí a Dios y él restauró mi espíritu, alma y cuerpo.
Dios me limpió y sanó todo mi ser, ahora soy libre para amar y glorificarle sólo a él.
Gracias incomparable Dios!
Johana Cotrina







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